EVANGELISTA PALAU VELASCO, INMIGRANTE ILUSTRE
Joselías Sánchez Ramos / 2022-05-06 / sjoselias@gmail.com
Hola, amigos. Sin lugar a dudas, afirmo que Manta es la ciudad de todos. Es el hogar de todos. Es la ciudad de los ancestros y la de los descendientes, la ciudad de los nativos y de los allegados e incluso de quienes sólo vienen en sus horas de trabajo.
Si les preguntará ¿POR QUÉ?, de seguro, cada uno, tendría respuestas sorprendentes. Es una ciudad para ser amada con el orgullo de ser mantenses.
Este pequeño preámbulo para hablar de un hombre mayúsculo, un ciudadano respetable y honesto, un mantense ilustre que sembró la semilla de trabajo y futuro para Manta, como bien lo pregona su nieto, el Ing. Carlos Ochoa Palau, a quien agradezco la reseña biográfica que vamos a compartir con ustedes.

EVANGELISTA PALAU
Hacia 1928, llega a Manta, don Evangelista Palau Velasco y su esposa Herlinda Villón. Se instalan en la Avenida 24 de Mayo, donde construyen lo que hasta hoy es el prestigioso y legendario Taller Palau.
Desde allí y desde aquel año surge una historia humana de creatividad y trabajo que expandió el nombre de Manta por todo el mundo y se convirtió en un icono a nivel nacional de lo que constituye la Mecánica de precisión.
Vivimos el año centenario de nuestro cantón. Convoco a los mantenses a evocar, recordar y perennizar el nombre de los ciudadanos ilustres quienes con su trabajo, creatividad, inversiones y sacrificios han construido esta ciudad de la que todos gozamos ahora.
Lo hago con don Evangelista Palau Velasco (1903-1985) quien, hacia los años 60 dió vida y lustre a la naciente Flota Pesquera de Manta y su cadena de valor, que hoy es referente en el sector atunero del Pacifico Sur.
SU FAMILIA.
En 1918, desde Neiva, Colombia, migra hacia el Ecuador don Evangelista Palau Velasco. Es hijo de don José María Palau, nacido en Pau (Sur de Francia) y desde donde emigró hacia estas tierras. Allí conoce a la ecuatoriana, Valentina Velasco, con quien se desposa. Doña Valentina es prima hermana del cinco veces presidente del Ecuador, Dr. José María Velasco Ibarra. La pareja Palau-Velasco, tuvo seis hijos: Evangelista, José María, Catulo, Humberto, Benilda y Amilda..
METALMECÁNICA INDUSTRIAL
Por aquella época, Evangelista Palau Velasco, fue contratado por la Empresa Inglesa Anglo Ecuadorian Oilfield que iniciaba operaciones petrolíferas en el campo Cautivo de la Península de Santa Elena.
Por sus extraordinarios dotes y sapiencia en la metalmecánica industrial fue contratado como Supervisor de montaje de la Planta de Refinación que esa empresa inglesa ejecutaba en Ancón donde se encontraban los pozos petrolíferos de la Compañía Anglo.
Aquí conoció a Herlinda Villón con la que se desposó formando el hogar Palau-Villón. Años después, viene a Manabí como Jefe del taller del ferrocarril en la ciudad de Portoviejo, trasladándose desde Durán para desempeñar la tarea encomendada por los directivos de la Empresa “The Guayaquil and Quito Railway Company”.
MANTA, 1928.
Cumplida su misión, el señor Evangelista Palau Velasco y su esposa, se trasladan a Manta en 1928 e instalan lo que hasta hoy es, el prestigioso y legendario “Talleres Palau”, en el sector de La Ensenadita, un icono a nivel nacional de la Mecánica de Precisión que, como dice don Carlos Ochoa, dio vida y lustre a la naciente flota pesquera de Manta.
MAESTRO PALAU.
“El Maestro Palau”, como cariñosamente se lo conocía a don Evangelista Palau Velasco, tanto a nivel local como nacional por sus conocimientos y experticias en la mecánica de precisión, fue un mecenas de trabajo y creatividad y que constituye un legado en nuestro país y sobre todo en Manta. Su sapiencia y tecnicismo en la Mecánica de Precisión generó prestigio por décadas siempre liderada por “El Taller Palau”, emulado por todos y superado por ninguno. Estos conocimientos y sus experticias son el legado de sus hijos, Jorge y Tulio.
TALLER PALAU
“La Presencia del “Taller Palau” en Manta constituyó por más de 80 años un sello de calidad y una marca indiscutible en el quehacer de la vida industrial del sector pesquero, no solo para la flota local y nacional sino también para la flota pesquera del Pacífico sur cuyas unidades calaban en Manta para reparaciones de alta precisión en sus motores, ejes y hasta rectificación y fundición de hélices. También lo propio hacia la Armada de nuestro país.
Por aquella época, relata don Carlos Ochoa, existía una amplia colaboración técnica con ASTINAVE, pues a Manta llegaban para que “El Taller Palau” les diera soporte técnico y reparación, pues ya había trascendido fronteras de que en Manta había un Taller de alta Precisión Mecánica que destacaba entre todos.”
El Taller Palau bajo el mando del insigne Maestro Palau se hizo cargo también del mantenimiento y puesta en marcha de grandes Industrias que se asentaron en Manta hace casi 100 años, como la Planta Eléctrica AZUA, Industrias ALES, el mantenimiento de los buques planta de INECEL que, desde 1964, comenzaron a brindar energía eléctrica a Manta, y a todo el equipo de la sofisticada maquinaria que, por los años 60, trajo la Compañía SIMAR para construir las Obras Portuarias.
JUSTO TRIBUTO
Desde estas columnas rendimos tributo a don Evangelista Palau Velasco, a sus hijos Jorge y Tulio al frente del Taller Palau, Violeta y Ruth Magdalena, hijas, mujeres solidarias y proactivas que se desposaron con insignes hombres de bien de esta ciudad y que constituyen uno de los legados de mayor relevancia para MANTA que orgullosamente profesa y exhibe como parte de su legendaria historia de emprendimiento, desarrollo, trabajo y futuro.
Confiamos que, en la celebración de este centenario de la cantonización, desde la Municipalidad se rinda honor y gloria a este mecenas del trabajo y creatividad, así como a otros ilustres mantenses que, desde diversos sitios y ocupaciones, han construido la ciudad de Manta “cada vez mejor” que a todos nos enorgullece. (Joselías, 2022-05-08)
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