EMILIO LOOR SANCHEZ
Un joven de 16 años.
Hola, Emilito. La familia junto a nosotros, pedimos a Dios por tu vida y por tus sueños. Llegas a la juventud en tiempos de la pandemia. Entonces, es hora de “defender la alegría como un principio, como un destino, como una bandera, defenderla como una trinchera, defenderla del escandalo, de la rutina, de la miseria y de los miserables“.
Llegó la hora de construir tu propio arquetipo. Tus alas comienzan a crecer para tu propio vuelo.

Lo primero, honra al espíritu que está en ti, es Dios, es la existencia y tu convives con él.
Lo segundo, alienta el fuego interno de tus sueños, es el fuego de tu alma, que nadie lo apague, ni el desengaño ni las tragedias, ni los obstáculos de tu vuelo ni el ladrido de los envidiosos que pululan en todos lados, se valeroso ante cualquier reto.
Tercero, supera el egoísmo para fortalecer la solidaridad, en un mundo de individualismos, el ego no puede vencerte.
Cuarto, honra a tu padre y a tu madre, ellos son la suma de la experticia y del conocimiento, por ellos has llegado al mundo de la ciencia y la tecnología, prepárate para convivir con la inteligencia artificial.
Quinto, medita, ora, libera tu diálogo interno para que tu mente y corazón comprendan que eres un ser superior que no está por debajo ni por encima de nadie; un ser superior, libre e independiente de las opiniones buenas o malas de los demás.
Eres Emilio, cinco dedos y una mano, los seis dígitos de tu nombre.
Que el brillo de tu alma ilumine a la humanidad.
Somos Joselías y Cecilia, bendecimos tu vuelo.
Manta, 2020-09-06.
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